Sebastián Muñoz terminó en la casilla 39 del Crown Australian Open, o Abierto de Australia, luego de cerrar el torneo con una ronda de 72 golpes, uno sobre el par de campo del Royal Melbourne Golf Club, la misma cifra que había logrado el viernes.

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Al igual que el sábado, Muñoz embocó ‘birdie’ en el hoyo 1, el 14 y el 17, pero esta vez con ‘bogey’ al 2 y al 18, además de un doble ‘bogey’ al 3, del que le costó reponerse.

El bogotano venía de lograr un puesto 14 en el BMW Australian PGA Championship del DP World Tour y nuevamente superó el corte esta semana, en el mismo circuito, cerrando la temporada con un nivel alto en campos muy exigentes.

El danés Rasmus Neergaard-Petersen logró mantenerse en la cima para conseguir su primer título en el DP World Tour. Si bien firmó una tarjeta de 70 golpes (-1) y les abrió la puerta a sus perseguidores, la arremetida de Cameron Smith solo le alcanzó para rascar un 69, con un doloroso ‘bogey’ en el hoyo 18, que lo privó de llevar el desenlace a un desempate y pelear una vez más por la victoria en su país natal.

Así, el danés se coronó con 15 golpes bajo par, y el australiano finalizó segundo, con -14.

Los dos jugadores ya contaban con exenciones para The Open, por lo cual los tres cupos que brindaba el torneo fueron a manos de los tres jugadores siguientes: el coreano Si Woo Kim (-13), el sudafricano Michael Hollick (-12) y el australiano Adam Scott (-11).

Sin embargo, Neergaard-Petersen no se fue con las manos vacías, pues esta victoria le da la bienvenida al Masters de Augusta en 2026.

El danés de 26 años ya ha saboreado la victoria en tres ocasiones en el HotelPlanner Tour en 2024, camino de encabezar la clasificación ‘Road to Mallorca’, pero a pesar de disfrutar de una notable temporada 2025 en el DP World Tour, que le valió la doble membresía con el PGA TOUR, no había logrado ganar en el año.

“Realmente no tengo palabras”, afirmó al equipo de prensa del circuito.

“Ha sido una batalla todo el día. Desde fuera, a veces puedes parecer tranquilo, pero hoy he tenido una tormenta interior todo el día… Pero conseguí seguir luchando y luego remontar desde ahí para meter ese ‘putt’ en el último hoyo. Sinceramente, no sé qué decir. Es una de esas cosas que siento que he hecho los otros dos días: he sido capaz de terminar bien. Así que siempre tuve la convicción de que, si seguía intentando dar en el blanco, al final los ‘putts’ entrarían y podría recuperar algunos de esos golpes”.

Hablando de su pase al Augusta National Golf Club, añadió: “Significa mucho para mí. El Masters es el torneo que he visto tantas veces desde pequeño, soñando con jugar en él. Poder hacerlo es increíble. Ha pasado muy rápido. No parece que hayan pasado dos años y medio desde que salí de la universidad. Ni siquiera llevo tanto tiempo como profesional. Ganar aquí, en mi último torneo del año, era lo único que le faltaba a un año perfecto. Estoy muy feliz”.