El futuro de Tiger Woods vuelve a estar rodeado de incertidumbre mientras el 15 veces ganador de ‘Majors’ continúa recuperándose de su última cirugía de espalda. Woods reveló esta semana en Bahamas que apenas ha sido autorizado a realizar ‘chip’ y ‘putt’ tras una intervención a la que se sometió el 10 de octubre, según publicó AP. A sus 49 años, el californiano admitió además que no competirá ni en el PNC Championship junto a su hijo ni en la primera mitad de la nueva liga TGL.

Woods explicó que su rehabilitación avanza con lentitud y que necesitará varias semanas antes de volver a entrenarse con intensidad. “No es tan rápido como me gustaría… simplemente toma tiempo y dedicación”, declaró en el Hero World Challenge, citado por Golf Monthly. Esta cirugía fue la tercera en 13 meses, con reemplazo de un disco que le generaba dolor y limitación de movilidad.

El legendario jugador aseguró que su calendario competitivo sigue siendo una incógnita. “Una vez que pueda practicar, explotar, jugar y recuperarme, podré evaluar dónde y cuánto jugaré”, comentó. Antes de bromear con que disputaría “25 torneos en ambos circuitos”, Woods aclaró que lo único que desea es “volver a jugar”, mientras evita comprometerse con fechas concretas para 2026.

Las cifras recientes subrayan su complejo panorama deportivo. Desde 2020 solo ha aparecido en 11 torneos oficiales, y en 2024 disputó cinco eventos, perdiendo el corte en su última actuación en el Open Championship. En total, desde su accidente automovilístico de 2021 ha completado apenas cuatro rondas de 72 hoyos, con una media de 74.14 golpes, según AP.

Woods atraviesa un año marcado por dificultades personales y físicas: perdió a su madre en febrero, sufrió la ruptura del tendón de Aquiles en marzo y posteriormente fue operado de la espalda en octubre. Cuando le preguntaron por qué insistir en un nuevo regreso, respondió: “Quiero volver a simplemente jugar al golf… no lo hago desde hace mucho”.

Sin embargo, su rol actual sobrepasa lo competitivo. Woods encabeza el Future Competitions Committee (FCC) del PGA Tour, un grupo creado por el nuevo CEO Brian Rolapp para rediseñar la estructura del circuito estadounidense. “El comité ha tenido tres reuniones y hemos recibido aportes de patrocinadores, televisión y directores de torneos”, explicó.

Este proceso podría generar cambios drásticos. Harris English mencionó recientemente que la temporada podría comenzar tras el Super Bowl y que podrían desaparecer los Signature Events para crear un calendario más compacto de 20 torneos, señaló Golf Monthly. Woods no confirmó esos ajustes, pero sí aseguró que se están evaluando múltiples modelos y escenarios.

“Queremos ofrecer a los aficionados el mejor producto posible”, dijo Woods. También subrayó que una estructura optimizada podría generar mayores beneficios para los jugadores con participación accionarial en el Tour. La transparencia será una prioridad en esta fase de estudio.

De acuerdo con AP, Woods reconoció que cualquier transformación profunda en el PGA Tour traerá consigo tensiones y resistencias. “Habrá huevos que se rompan… pero al final tendremos un producto mejor para todos”, afirmó, aludiendo a la idea de escasez competitiva que preocupa a varios jugadores: menos torneos, campos más reducidos y mayor dificultad para mantenerse en lo más alto.

Aun así, el propio Woods trató de bajar la tensión. “El año golfístico es largo… hay otras oportunidades en diferentes lugares del mundo”, recordó, insinuando que nuevas ventanas competitivas podrían surgir con el rediseño del calendario.

La paradoja de esta etapa de su vida profesional es evidente: Woods está más cerca que nunca de convertirse en un jugador ceremonial cuando su físico lo permite, pero al mismo tiempo desempeña un papel decisivo en la modernización del deporte. Su legado podría ampliarse, ahora fuera de los ‘fairways’, como arquitecto del futuro del PGA Tour.

Mientras tanto, Woods mantiene intacta la motivación por regresar a la competencia. “El PGA Tour me dio la oportunidad de perseguir un sueño de niño”, dijo. “Ahora puedo impactar de otra manera para las generaciones que vienen”. Su desafío inmediato, antes de volver a los ‘tees’, es completar una recuperación que avanza lentamente pero que él se muestra decidido a superar.